mié. Abr 24th, 2024
Dormir a tu bebe

Los estudios psicológicos, realizados por primera vez por empresas de publicidad en los años 90, sugieren que los colores pueden influir en el estado de ánimo y el comportamiento, estimular el cerebro y el cuerpo, e incluso afectar a la salud de los más pequeños. Los expertos en marketing llevan décadas utilizando estos hallazgos en su beneficio. La decoración del gimnasio, su spa de día e incluso su hamburguesería favorita se han diseñado especialmente para afectar a todo, desde su actitud hasta su apetito. Pero la psicología del color puede utilizarse para afectar a algo más que a tu cartera. Los estudios científicos también han descubierto que la exposición a determinados colores puede mejorar los hábitos de sueño y dormir mejor, aumentar la capacidad de memoria e incluso mejorar el rendimiento académico, lo que supone excelentes beneficios para las mentes y los cuerpos en crecimiento.

Tanto si estás planeando un cuarto infantil como si está dando a la habitación de tu hijo adolescente una actualización muy necesaria, su diseño puede beneficiarse de una pequeña intervención psicológica. Antes de abrir esa lata de pintura, debería tomarse un minuto para considerar los efectos psicológicos de tu elección de colores para pintar una casa.

Elegir los colores de la habitación del bebé puede ser complicado. Con la esperanza de escapar de las opciones estándar de color rosa o azul, muchos padres se lanzan al mundo del color armados con poco más que un capricho y una oración. Después de todo, la selección de colores no es exactamente una ciencia, ¿verdad?

Psicología del color

Los distintos colores pueden tener diferentes efectos en la mente y el cuerpo. ¿Te preguntas qué puede hacer tu tono favorito por ti? He aquí un rápido desglose de los posibles beneficios e inconvenientes de cada familia de colores.

Colores cálidos

En general, los colores cálidos provocan felicidad y confort, creando intimidad al hacer que los espacios grandes y abiertos sean más acogedores para dormir a gusto. Los tonos rojos, anaranjados y amarillos pueden estimular la mente y tener un efecto energizante en el cuerpo. Aunque esto es beneficioso para el crecimiento y el desarrollo, no es una gran ventaja cuando se trata de un enfrentamiento nocturno con un niño pequeño demasiado enérgico. Por lo tanto, es mejor utilizar los colores cálidos con moderación.

En lugar de pintar toda la habitación con un rojo intenso o un amarillo brillante, prueba a pintar una sola pared de acento y a combinarla con algunos accesorios a juego. También puede considerar la posibilidad de combinar colores cálidos con tonos más fríos para crear una sensación de equilibrio y atenuar los efectos negativos.

Dormir mejor

Rojo

Rico y altamente emotivo, el rojo excita y energiza el cuerpo, aumentando el ritmo cardíaco, la presión arterial y la respiración.

¿Tienes un pequeño atleta en tus manos? Algunos estudios sugieren que los efectos físicos asociados al color rojo aumentan la capacidad atlética y dificultad al dormir. Sin embargo, el rojo también se asocia con un aumento de la agresividad, la incapacidad de concentrarse e incluso los dolores de cabeza.

Rosa

Amado universalmente por las niñas, el rosa evoca empatía y feminidad y crea una atmósfera tranquilizadora. Sin embargo, a pesar del efecto calmante inicial, el rosa puede resultar irritante con el tiempo. Aunque a tu hijo le guste este tono rosado ahora, debes estar preparado para que lo rechace en el futuro.

Amarillo

Brillante y alegre, el amarillo se asocia con la felicidad y la motivación. Los amarillos suaves y sutiles favorecen la concentración, mientras que los tonos más brillantes pueden estimular la memoria e incluso, según algunos, aumentar el metabolismo. Sin embargo, un exceso de amarillo puede evocar sentimientos de ira y frustración, lo que da lugar a bebés quisquillosos y demasiado estimulados.

Naranja

Amigable y acogedor, el naranja toma prestados muchos de los atributos positivos de sus padres. El naranja tiene una naturaleza claramente social, que inspira la comunicación interpersonal y hace que la gente se sienta cómoda. Al igual que el amarillo, un exceso de naranja puede resultar demasiado estimulante y causar problemas al dormir, por lo que hay que utilizar los tonos llamativos con moderación.

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