¿Necesitas pintura nueva en tu casa u oficina, pero descubres que a ti, o a quienes te rodean, no les gusta la idea del cambio?

Aunque no tiene nada de malo que no le gusten los cambios, a veces simplemente es necesario volver a pintar una habitación.

Ya sea que crea que la habitación se vería mejor en otro color, o simplemente quiere retocar las paredes sucias, aquí hay algunos consejos para elegir un color de pintura cuando no le gusta el cambio:

Basa tu elección de color en otros elementos de la habitación

Mira alrededor de la habitación que deseas pintar y ve si puedes pintar la habitación según los colores de pintura que se encuentran en un mueble, cortinas, molduras u otros elementos.

Si tienes repisas, puedes renovarlas con una lija de agua y con pintura acrílica para madera. No olvides quitarlas primero y hacer este trabajo lejos de las mascotas y niños.

Repintar la habitación del mismo color

Esta es una estrategia efectiva si la única razón por la que está pintando es que sus paredes se han ensuciado o necesitan un retoque. Otra opción, si quieres un cambio muy sutil, es elegir el mismo color pero con diferente brillo.

Encuentra un color neutro

Los colores de pintura como el blanco roto, el tostado claro, el verde suave u otros tonos neutros se mezclarán con el fondo de la decoración de una habitación.

Incluso las personas más reacias al cambio se acostumbrarán fácilmente a un color neutro.

Usa el mismo color que está en otra habitación

Otra forma de reducir la sensación de cambio es llevar el color de una habitación adyacente a la habitación que se está pintando.

No obstante, si haces esto, asegúrate de pensar si tener el mismo color en varias habitaciones terminarás sintiéndote demasiado monocromático.

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